A Guillermo Hernandez Flores
Aún si nada fuese convincente a tu piel
y las formas que estrellan imágenes ante tus ojos
no hicieran eco en tu frente aún
abría un poema cargado siempre de intuiciones
de femeninos cuerpos al desnudo
de mundos que se estrechan vibrando
estremecidos ante la luz fría del horizonte atardeciendo
para dejar sobre tus labios un cierto sabor a verdadero
de aquellos mitos que yo te he dicho
y que hasta ahora no habías creído
Wednesday, March 31, 2010
Monday, March 29, 2010
Me gustaría soltar este poema al mundo
Me gustaría soltar este poema al mundo
Silvia salomónica angustia sorda
decir un día suyo fui Saturno de sus manos
Pero no te conozco ni te canto
qué palabras dónde los recuerdos de estos versos
sin tus siluetas Silvia
sorbo de sal tu ausencia
Lo peor es que te hayas ido sin este canto
palabras que quisieron tocar tus labios
como beso insulso para una diosa Silvia
Ida tú hiedra
soltaré el poema que no te dije
Silvia ahuyenta poetas corazón infierno
latiendo en mi contra sangre veneno
suerte de mí seguir con vida Silvia
Silvia salomónica angustia sorda
decir un día suyo fui Saturno de sus manos
Pero no te conozco ni te canto
qué palabras dónde los recuerdos de estos versos
sin tus siluetas Silvia
sorbo de sal tu ausencia
Lo peor es que te hayas ido sin este canto
palabras que quisieron tocar tus labios
como beso insulso para una diosa Silvia
Ida tú hiedra
soltaré el poema que no te dije
Silvia ahuyenta poetas corazón infierno
latiendo en mi contra sangre veneno
suerte de mí seguir con vida Silvia
Thursday, March 18, 2010
Qué piensa una mujer a solas
qué piensa una mujer a solas
desnuda al borde del deseo
sabiéndose observada desde la otra ventana
de indiscreción y de poesía
cómo los artificios de la belleza se esparcen por sus
ojos hasta enrojecer el aire
se posan en la punta de los senos una pirueta
y escurren blandas manos largas
por el talle la cintura para dormir radiantes en las nalgas
el deseo se baña luego en el orgasmo
manantial del mundo centro de mis ojos
caos palabras
fuerza henchida de placer
pensamiento de una mujer a solas
desnuda al borde del deseo
desnuda al borde del deseo
sabiéndose observada desde la otra ventana
de indiscreción y de poesía
cómo los artificios de la belleza se esparcen por sus
ojos hasta enrojecer el aire
se posan en la punta de los senos una pirueta
y escurren blandas manos largas
por el talle la cintura para dormir radiantes en las nalgas
el deseo se baña luego en el orgasmo
manantial del mundo centro de mis ojos
caos palabras
fuerza henchida de placer
pensamiento de una mujer a solas
desnuda al borde del deseo
Wednesday, March 17, 2010
Homenaje a Mario Benedetti
no me escupas la cara
no me niegues
no recuerdes mis palabras torpes
y las uses en mi contra
no despiertes con ira
no camines maldiciones
no levantes el brazo
para sangrar mi frente
no me odies ahora ni nunca
no me odies
y si en la noche no dejas de pensarme
y me escupes la cara
y me niegas
y recuerdas mis palabras torpes
y las usas en mi contra
y despiertas con ira
y caminas maldiciones
y levantas el brazo
para sangrar mi frente
y me odias
entonces
no detengas mi muerte
no me niegues
no recuerdes mis palabras torpes
y las uses en mi contra
no despiertes con ira
no camines maldiciones
no levantes el brazo
para sangrar mi frente
no me odies ahora ni nunca
no me odies
y si en la noche no dejas de pensarme
y me escupes la cara
y me niegas
y recuerdas mis palabras torpes
y las usas en mi contra
y despiertas con ira
y caminas maldiciones
y levantas el brazo
para sangrar mi frente
y me odias
entonces
no detengas mi muerte
Wednesday, March 3, 2010
Cae viento el atardecer al horizonte
Cae viento el atardecer al horizonte
un mar de fuego al cielo hecho cenizas
luz el cansancio del mundo
y mis manos que no lo alcanzan
un mar de fuego al cielo hecho cenizas
luz el cansancio del mundo
y mis manos que no lo alcanzan
Monday, March 1, 2010
Con los párpados al suelo
Con los párpados al suelo
escapando al silencio hago aparecer un poema
que no le digo a una muchacha
en el que mis huesos se tiendan y descansen
Unas horas después lo doblo lo guardo
para que si alguien necesita dormir un poco
tenga donde recostarse
escapando al silencio hago aparecer un poema
que no le digo a una muchacha
en el que mis huesos se tiendan y descansen
Unas horas después lo doblo lo guardo
para que si alguien necesita dormir un poco
tenga donde recostarse
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