A Christina Montiel
I
Molde de silla soy
sentado en el mundo
II
Cómo se conoce el amor ahora
en que las luces más altas
hartan su verdad en la memoria del extraviado
III
¿Aún se abortan deseos en la ciudad del sol?
dormitorio de difuntos
IV
He pedido a los caballeros muertos
citen sus hazañas en las orillas de las paredes
bañen su rostro en sangre y desaparezcan
V
Dos pasos a las miradas de lo cotidiano
cinco mil trompetas de hierro
sonatas de llanto
hada de luz
en el silencio
VI
Se han escrito estas líneas
para que los callados hablen
los ciegos vean
y los cansados descansen
VII
El propósito es colonizar la tierra
deshacernos del hombre
cortar del cuello su lenguaje
mandarlo a la ciudad
VIII
Narra el tiempo sus tristes hermosuras
sus voces medias
penas de cuna
Variación del tiempo
haz de luz
IX
Caminemos sobre el mundo
escribamos historias
digamos locuras
X
Se cierra un obstáculo
de mapas mentales
¿Dónde termina el mundo?
¿Cuándo se encienden las luces de esta casa?
desconocida
con la luz de las letras por las paredes
XII
¿Has visto crecer la nada cerca de tus ojos
ladrar los perros al anochecer
canciones de guerra?
Bajo la garganta una bola de cebo
un cerebro destartalado
roto o neuroparalizado
según nos ensena la madre ciencia
Destruyamos pestañas entonces
toquemos el abismo de la locura
caballeros del espacio
juguetes del caos
el paraíso
arrebatado infierno del amor
XIII
Dónde están los días de la semana
los arreados del hombre
golpes de lo escabroso
caminar descalzos
espectros de la cordura
XIV
Rodemos por el viento
volemos las caminatas
corred el sueño
soñar despacio
XV
Espera que volveremos
dice un niño a su madre
Atrapados en las prefiguraciones cósmicas de la nada
Ser
XVI
Has visto cómo mis sueños
parecen dos suspiros y medio
dos piedras después
(bajo la duración de una piedra
unidad básica de medida)
o lo contrario
XVII
Otros sin embargo opinan
que la sangre corre sola
nadie la arrastra
por este pulmón
esta costilla
por estos brazos
XVIII
No han de capturar este momento
desde él se libera el mundo
XIX
Cómo brillan los campos a la flor de la luna
brasita de la noche
claridad eterna
Dormiré despierto